lunes, 17 de agosto de 2009

Caminos del espejo

En estos versos me quedo pensando una y otra vez en las flores, los pájaros, la inocencia, la lluvia, el corazón, la máscara y el silencio, intentando captar un contexto de su vida de esta poeta Argentina.
I
Y sobre todo mirar con inocencia.Como si no pasara nada, lo
cual es cierto.
II
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi
miedo como pájaro de borde filoso de la noche.
III
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo
subitamente borrada por la lluvia.
IV
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no
tiene.
V
Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de mí
la ofrenda el ramo que abandona el viento en el umbral.
VI
Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás
y asusta a la niña que fuiste.
VII
La noche de los dos se dispersó con la niebla.Es la estacion
de los alimentos frios.
VIII
Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en
el pozo, yo bebía, recuerdo.
IX
Caer como un animal herido en el lugar que hiba a ser de
revelaciones.
X
Como quien no quiere la cosa.Ninguna cosa.Boca cosida
Párpados cosidos. Me olvidé. Adentro el viento. Todo cerrado
y el viento adentro.
XI
Al negro sol del silencio las palabras se doraban.
XII
Pero el silencio es cierto.Por eso escribo. Estoy sola y
escribo.No, no estoy sola.Hay alguien aqui que tiembla.
XIII
Aun si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me
suceden. ¿ Y qué deseaba yo ?
Deseaba un silencio perfecto.
Por eso hablo.
XIV
La noche tiene la forma de un grito de lobo.
XV
Delicia de perderse en la imagen presentida.Yo me levanté
de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy.Peregrina de mí,
he ido hacia la que duerme en un país al viento.
XVI
Mi caída sin fin a mi caida sin fin en donde nadie me aguardó
pues al mirar quién me aguardaba no vi otra cosa que a mí
misma.
XVII
Algo caía en el silencio.Mi última palabara fue yo pero me
refería al alba luminosa.
XVIII
Flores amarillas constelan un círculo de tierra azul.El agua
tiembla llena de viento.
XIX
Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana.
Una mano desata tinieblas, una mano arrastra la cabellera
de una ahogada que no cesa de pasar por el espejo.Volver a
la memoria del cuerpo, he de volver a mis huesos en duelo,
he de comprender lo que dice mi voz.
A continuacion observa un pequeño corto donde se muestra o intenta captar un momento de Alejandra Pizarnik:

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